jueves, 1 de abril de 2010

Olvido

Debo confesarlo de nuevo: me encantó Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Es, quizá, mi película favorita - mi memoria no recuerda otra igual - y la que más me ha hecho sentir en mucho tiempo. Dejando de lado las grandes actuaciones de los protagonistas (genial Jim Carrey y muy buena Kate Winslet), el guión de esta película y su dirección es lo que la convierten en una obra de culto.

Es una película complicada y que requiere de un segundo visionado para entenderla en su plena magnitud. La sensación de salto continuo puede despistar al espectador y hacer que desconecte demasiado pronto y acabe por quedarse igual que cuando empezó, pero también sirve para dar más placer a la persona que consigue ver cómo todas las piezas van encajando, ver que todo tenía sentido y que aquellas escenas perdidas tenían un significado. Una película magnífica y que recomiendo encarecidamente.

El propósito de la entrada no es destriparte la película, sino analizar la premisa en la que se basa. Si hubiera algo o alguien que pudiera borrar de tu memoria ciertas fases de tu vida, ¿lo harías? Es decir, pasas por una buena relación, un día se acaba. ¿Serías capaz de someterte a un tratamiento para olvidar completamente a esa persona? Hasta el punto de si la ves por la calle, no la conocieras. Nada quedaría en tu mente sobre ella. Ni un sólo recuerdo, bueno o malo. Un nuevo comienzo, una hoja en blanco.

Me hizo pensar mucho, muchísimo. Vivo rodeado de toneladas de recuerdos porque no soy capaz de fabricar nuevos, ya sea por mis miedos o por mi reciente incapacidad de sentir nada, de nula capacidad de emoción. Son recuerdos que, sinceramente, muchas veces me hacen sentir mal. Muy buenos y muy malos, no hay sitio para los intermedios, ya que el tiempo es capaz de distorsionar de tal manera nuestra memoria que provocará que en nuestra mente sólo queden grabados aquellos momentos más intensos, despreciando los normales, los buenos y no tan buenos, los que hacían que la vida tuviera algo de sentido.

Aún así, llegué a la conclusión que no los borraría. A todos nos gustaría empezar de 0 alguna vez, pero las experiencias pasadas siempre sirven de referencia para no cometer los mismos errores. Quizá nunca nos enamoraremos como la primera vez, quizá nunca tendremos un beso mejor que nuestro primer beso (más que nada porque nuestra memoria lo recordará como el mejor beso de nuestras vidas, sólo por la intensidad que nos produjo), quizá nunca sentiremos esa extraña sensación en el estómago otra vez o no pasaremos esos nervios de las primeras veces. Pero, con todo, siempre habrá nuevas 'primeras veces' que descubrir, nuevos recuerdos que crear, nuevas experiencias que nos servirán para seguir creciendo, para seguir amando a la vida. Y, si hay algo que permanece fiel en nuestra vida, son nuestros recuerdos. Puede que no nos acordemos de la ropa que llevábamos ese día, o de las palabras que murmuramos mientras la complicidad nos envolvía, pero siempre nos quedarán las sensaciones - imborrables -, las sonrisas, las miradas penetrantes, el placer de compartir todo con la persona que más quieres. Sí, las cosas se acaban. Todo se acaba, pero sin nuestros recuerdos, ¿quienes seríamos? Nos vamos construyendo día a día, y ellos son los cimientos. Para bien o para mal.

PD: Si a alguien le pica la curiosidad y quiere ver la película, está traducida al español como 'Olvídate de mí'. Alguien debería buscar al que tradujo el fabuloso título original a este tan simple. Estaba lleno de imaginación el campeón.

1 comentario:

  1. Muy interesante el post. No he visto la película pero tiene muy buena pinta así que aprovecharé uno de estos días y ya te diré que me ha parecido. El tema del que has escrito es un punto crítico para mí. Vivir de los recuerdos a veces resulta tan fácil...Y construir sobre ellos sin tenerlos en cuenta a veces es demasiado complicado. No llego a imaginarme hasta qué punto nos condiciona nuestro pasado y como este nos llega a limitar al tomar decisiones más adelante. Sin embargo, soy amante de los recuerdos y de coleccionar cosas que los evoquen cuando uno necesita regresar a un punto de su vida (aunque sea con la imaginación). Así que supongo que acabaría quedándome con ellos a pesar de la rabia que me produce el hecho de que hay muchas cosas que no voy a experimentar por estar condicionada por otras que pasaron antes y que simplemente ya se fueron. Y como dices tú, ¿Quién seríamos sin nuestros recuerdos? ¿Cómo nos diferenciaríamos los unos de los otros?

    En fin, un beso y continua escribiendo =)!

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