Una conversación nos puede llevar a diferentes estados de ánimo. Es curioso ver cómo una palabra nos puede llevar de tocar el cielo con los dedos a saltar para no quemarnos los pies en el infierno. Sin embargo, en todas y cada una de ellas se aprende algo nuevo. Hay veces en las que nos gustaría no aprender, no saber, ignorar según qué cosas, aunque con el tiempo veamos que era lo mejor que podía pasar. Aquí estoy yo, esperando a ese tiempo.
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