viernes, 8 de julio de 2011

Sueños

Abrió los ojos y se levantó de la cama con energía. Sus pasos le dirigieron hacia la ducha, el inicio de su día. Luego del ritual del agua - caliente, siempre caliente -, desayunó algo rápidamente y salió de casa con una sonrisa en los labios. El corazón le latía con intensidad, con esa intensidad que sólo una persona podría proporcionarle.

Iba a verla. 

Cogió por pocos segundos el metro - a la carrera, como de costumbre - y, mientras recuperaba el aliento, echó un ojo al reloj. Llegaba bien. Sonrió y miró el móvil. Revisó mensajes y fotografías y su sonrisa se amplió. Con el paso de las paradas, una frase golpeaba de manera insistente en su cabeza. Ya queda menos. Estaba llegando.

Se apeó del metro y caminó a elevado ritmo hacia las escaleras, que subió de dos en dos. Al salir a la superficie, se acercó al lugar de encuentro, buscándola. Al parecer era el primero en llegar y no había hecho tarde. Disminuyó el paso y recuperó la respiración mientras buscaba un sitio en el que esperar. Estaba nervioso, como siempre le había ocurrido en esa situación. 

A los pocos minutos - que se hicieron eternos - la vio llegar. Ella también lo vio. Se dirigió hacia donde ella estaba, sin poder disimular esa sonrisa inevitable cuando la veía. Llegaron uno al frente del otro. Ella también sonreía. Lo saludó con su musical 'hola' y él no supo como saludar. Nunca lo supo, en realidad. Pretendía aprender con el tiempo. "Tendré tiempo suficiente para aprender", se dijo.

La besó durante unos segundos y quedó abrazado a ella. Los dos se miraban uno a otro, sonriendo. Él no sabía qué decir, aunque tuviera tantas cosas que decir. Entreabrió los labios y los cerró, para abrirlos nuevamente:

- Tengo la sensación de que estoy en un sueño. Que eres un sueño. Que en cualquier momento me voy a levantar y...

La música inundó la escena. Siempre contaban con una buena banda sonora, aunque en este caso era demasiado intensa. Miró alrededor, sin saber identificar el origen del sonido. Parecía que viniera casi del cielo. Llegó a molestarle, aunque le era familiar. Cerró los ojos por un momento para ver si se iba.

Abrió los ojos en la cama. La alarma del móvil llevaba minutos sonando. 

jueves, 7 de julio de 2011

Sensaciones

Centenares de palabras enterradas camufladas entre hojas de una libreta de laboratorio. Miles de sentimientos encerrados en cada letra, sílaba, palabra, frase. Ocultos, apagados. Y, aún así, podría escribir sin parar hasta dentro de un mes y no podría llegar a describir ni una de las sensaciones que me inundan. Busco la luna, pero hoy no saldrá. Quizá no vuelva a salir hasta dentro de un buen tiempo. Paro la música. Todas las notas llevan al mismo lugar.

Me refugio en una hoja perdida y deslizo la punta del bolígrafo.

Otra vez.