Me encanta. El olor de la mañana, de la naturaleza, del rocío. Todo en movimiento. Paisajes preciosos, descubrir zonas que no conocías, detalles que pasabas por alto y que ahora te parecen magníficos... Es genial, puro, placentero. Y la sensación, cuando el cuerpo por fin se relaja, es magnífica. Te sientes bien, mejor que nunca, vivo, en equilibrio. Y deseas que llegue la siguiente mañana para, de nuevo, volver a sentir las mismas grandes sensaciones y descubrir otras nuevas. Te das cuenta que lo que ayer te impresionó, hoy es diferente. Todo cambia, el mundo se mueve mientras tú te mueves en él.
Y me encanta.