lunes, 12 de abril de 2010

Inspiración

De la compilación de dioses paganos que tienen todos los escritores - y los que intentamos serlo, en el sentido grande de la palabra -, seguramente la inspiración sea la diosa más caprichosa de ellos y también la más deseada. No se deja atrapar, no sabes donde buscarla - ella te encuentra a ti - y no la puedes retener más que por unos segundos. Segundos que pueden ser más reveladores que semanas enteras. En el momento más inesperado, llega, te encuentra y hace el efecto de un destello cegador: no te deja ver nada del mundo que tienes delante, te lleva a otro bien diferente, al mundo de las ideas, que rebosa de imaginación, historias, cuentos, escritos, palabras... Esos segundos, que se hacen eternamente efímeros, son inapreciables. Gracias por haber venido y, por favor, vuelve pronto.

2 comentarios:

  1. Segundos efímeros pero en que todo se ve tan claro, tan fácil. ¿Cuántas veces he tenido que escribir alguna frase en algun trozo de papel o en el mobil para recordarla con la misma esencia que cuando la pensé?

    ¡Que sus idas y venidas no se alarguen pues!

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  2. Me doy cuenta, cada vez más, que la muy esquiva viene con más frecuencia en los momentos más bajos. Como una especie de consuelo, como ese amigo que viene en los malos momentos a ofrecerte su ayuda. Ella viene, te ofrece un teclado o una hoja en blanco, y te guía. Casi que prefiero dejar de verla por un tiempo.

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