Con la situación actual del mundo no es del todo descabellado pensar que en un futuro cercano podría haber alguna guerra. Por el petróleo, gas o porque ya no tenemos queso con el que hacer hacer bocadillos. Las razones pueden ser miles. Pero, dejando de lado eso, ¿sabes quién tendría que ir a la guerra, verdad? Nosotros. Tú y yo. ¿El ejército? Eso es para tiempos de paz. Cuando hay problemas todos los gobiernos envían a todos los machotes: los que tenemos blogs, poetas, gente de Facebook, artistas... ¿Os imagináis una guerra así?
Yo sí.
Aprovechando nuestras habilidades en el mundo 2.0, podríamos hacernos amigos en Facebook de nuestros enemigos. Total, ¿quién tiene amigos de verdad en el Facebook? Así podríamos enterarnos de sus planes y sus amigos en común, para destapar conspiraciones. Si un ruso es amigo de un armenio, hay que conquistar Armenia. Tiene su margen de error también, ya que el armenio podría ver en el Facebook del ruso que nosotros también somos sus amigos, pero es una posibilidad mínima.
Desde el Facebook del enemigo podríamos ver sus eventos, como "Atacar" a las 7 de la tarde. Ahí estaría quién atacaría, los cobardes que no asistirán y los indecisos que tienen a la novia embarazada en casa y una foto de ella en el móvil (las carteras ya no se llevan). Sabiendo a qué hora es su plan ya sabemos a qué hora debemos dejar nosotros de jugar al FIFA en las trincheras. Además, el FIFA servirá como método de preservación del macho alfa: el ganador del torneo deberá mantenerse lejos de las trincheras para que pueda tener hijos y las futuras generaciones sepan jugar a fútbol.
No obstante, como no sólo de Facebook vive el 2.0, también utilizaríamos Twitter para confundir. Creando un hashtag llamado #losdeenfrentenosrendimos daríamos a entender, sutilmente, que nos hemos acobardado y que damos la guerra por perdida. Cuando los enemigos salieran a celebrarlo, cogeríamos nuestras pistolas de paintball y les dispararíamos a medio metro, que duele más, y con pintura roja, para que todo sea más real. Twitter es el arma definitiva para vencer a la guerra.
Pero si aún así no podemos derrotar al rival con Twitter y Facebook, aún nos queda confiar en los usuarios de Formspring de la línea enemiga. Desde la trinchera podríamos preguntar con el móvil - anónimamente, claro - a alguno de ellos cuándo, cómo y desde dónde atacarán. Si son educados, que tienen que serlo, contestarán y podremos contrarrestar su ataque y hacernos con la victoria definitiva.
Y, para celebrarlo, un FIFA.
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