martes, 19 de abril de 2011

Would

There are many things that I would like to say to you but I don't know how [Wonderwall, Oasis]
Jugar con los "¿y si...?" constituye un fascinante, hipnótico y peligroso ejercicio de incierto resultado. Dejarme llevar por el aroma del pasado y el eco de los recuerdos resulta demasiado agradable, tanto que la vuelta a la realidad puede llevarme al suelo. Fantasear con aquello que nunca existió, intentar encontrar sentido a cada mirada, a cada palabra, a cada cara, con el único almacén de los recuerdos es un acto tan suicida como sin sentido. 

De las infinitas posibilidades que nos ofrece cada segundo, sólo una será la que se produzca, la real. Es decir, en un intervalo de tiempo casi nulo, pasan millones de opciones a través de un filtro de la que sólo saldrá una ganadora, aquella con la que tendremos que convivir el resto de los días. Las demás mueren. O quizá sería mejor decir que no llegan a existir, quedan en el limbo, flotando, esperando que algún día las volvamos a traer a la vida a través de los recuerdos. Pero...

Vivir en el pasado es el oficio del que no tiene futuro y menosprecia su presente, todo lo que tiene. Ahondar en aquello que no fue es estéril y sólo conduce a la frustración. La vida pasa y las oportunidades se suceden.

Pero a veces sólo las vemos en diferido. 

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