lunes, 5 de diciembre de 2011

Juventud

No estoy inspirado. No, lo tengo que admitir. Hay días en los que sale todo y crees que podrías escribir alguna obra de arte. Otros, lo único que podría hacer es encerrarme en el lavabo y esperar, cual Stephenie Meyer, que llegara mi inspiración. Siempre descarto esta opción al ver que la autora a la que cito lo único brillante que pudo escribir en 2000 páginas fue un vampiro a la luz del sol.

Es curioso, siguiendo el hilo de esto. En mis tiempos - hablando ya como si tuviera 22 años cuando sólo tengo 21, lo sé, pero siempre he sido muy maduro - los vampiros al sol morían. Además, eran los malos. Si algún día ibas por la calle y te encontrabas a un negr vampiro, cruzabas la acera y mirabas hacia otro lado. Y si se fijaba en ti, había que improvisar. Yo me salvé una vez diciendo que tenía colesterol del malo (sí, hay uno bueno). Hoy ni eso podría salvarme, por culpa del puto Danacol. 

Lo que decía, los vampiros eran malos. Ahora no. Son héroes, ídolos adolescentes. Si tienes una hermana pequeña, seguramente tenga algún póster o haya visto todas las películas de esta saga. Con suerte, se habrá fijado en el hombre lobo, el cual desarrolló músculos de vigoréxico tras correr muchas veces detrás de un hueso. A eso se reduce todo: o un vampiro con adicción a la purpurina o un lobo con abdominales. Esta juventud está podrida.

Eso me hace sentirme más orgulloso de mi generación. Nuestro ídolo no era un lobo, era un chinojaponés salvador que cuando se cabreaba el pelo se le levantaba y se le ponía rubio mientras sus ojos se volvían azules. Un hombre de verdad. Y si tenía que destrozar medio planeta para acabar con el invasor de turno, lo hacía. Y si tenía que dejarse crecer el pelo para tener más fuerza, lo hacía, aún arriesgándose a morir debido a piojos. 

Y ya no entramos en los Pokemones. El proceso de creación de nuevos Pokemones reside en tirar un pastel a una pared y copiar la forma que deje, mientras que para nombrarlo se lanzan al aire las letras del Scrabble, al más puro estilo Shakira. En mi época había Pokemones de verdad, como Pikachu, la rata eléctrica con mofletes de Heidi. Y las batallas eran más reales, ya que como todos sabemos tirándole hojas a un bicho de agua lo debilitas. ¿Qué mierda es esto de tipo acero? ¿Forjan los Pokemones en un horno? ¿Llevan escrito en el culo "inox"?

El mundo se va a la mierda. 


1 comentario:

  1. He leído un tweet gracioso tuyo, he visto que tenías un blog y me he metido por curiosidad (y porque cualquier escusa es buena para dejar de estudiar un rato). Y fíjate, me está gustando. Volveré pronto por aquí.

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